Desgraciadamente acabamos de vivir uno de los episodios más tristes de la historia reciente de nuestro país, con el paso de la DANA, fenómeno meteorológico que se ha cobrado la vida de muchas personas, así como ha causado daños de máxima gravedad en las poblaciones afectadas. También el sector de la ganadería ha sufrido las consecuencias de este desastre natural. Según la Conselleria de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca de la Generalitat Valenciana, la estimación inicial de pérdidas asciende a más de 800 millones de euros, incluyendo tanto daños estructurales como por impacto directo en cultivos y granjas. Se calcula, además, que han muerto cerca de 9.000 animales. Evitar estos fenómenos no es posible, pero minimizar los daños que causan en las infraestructuras de las granjas y la maquinaria sí puede estar en nuestra mano.
Por qué tomarse la seguridad en serio
Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional Americano (NIOSH), la agricultura y la ganadería tienen una de las tasas de mortalidad más altas de cualquier industria en muchos países del mundo. En España, en el primer semestre de 2024 se han registrado 14.559 accidentes laborales en el sector agrícola (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca), según informa el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Los trabajadores del sector de la ganadería, además de estar expuestos a los riesgos propios del trabajo con animales, como golpes, embestidas o transmisión de enfermedades, pueden sufrir accidentes relacionados con las instalaciones. Entre las más habituales están las caídas, la pérdida de control de la maquinaria, las roturas, derrumbamientos, incendios, escapes o problemas eléctricos, así como los relacionados con el calor, especialmente durante los meses de verano.
Es fundamental seguir unas normas básicas de prevención relacionadas con el trabajo en explotaciones ganaderas, que todas las personas implicadas en esta actividad deben tener en cuenta para mejorar las condiciones laborales y disminuir el número de accidentes.
La importancia de elegir materiales seguros y duraderos
Un buen ejemplo de la importancia de utilizar los mejores materiales para los tejados de las instalaciones lo tenemos en un caso real que ocurrió recientemente en Valladolid.
El uso de cubiertas metálicas en determinados sectores está muy extendido. Sin embargo, al tratarse de grandes paneles continuos, en situaciones de vientos fuertes racheados, el riesgo de desprendimiento es muy grande al producirse el denominado “efecto vela”.
Como se observa en la imagen, el peligro para las personas y el entorno es evidente.
El compromiso de Euronit con la seguridad
El fibrocemento es un material ignífugo, con clasificación A1 frente al fuego, lo que hace de él una solución ideal para proteger las cubiertas. Al no incluir elementos metálicos en su composición, es un material 100% inoxidable, perfecto para instalarse en ambientes agresivos, con alta concentración de gases y amoniaco, o de sal.
La resistencia térmica de las placas de fibrocemento de Euronit es de 0,02 m2K/W. Además, estas placas son más resistentes al impacto de la lluvia y el granizo o la acumulación de nieve. Cabe destacar, así mismo, que el fibrocemento tiene una elevada amortiguación acústica en comparación con el metal, lo que favorece la tranquilidad de los animales en el caso de fuertes lluvias, al reducir de forma considerable el ruido que producen.
En el caso del panel sándwich de fibrocemento, Agrotherm+, la resistencia y el aislamiento térmico y acústico es todavía superior.
Instalaciones seguras para todos
Recuerda que la seguridad en la granja no es solo protegerte a ti mismo, sino también al resto de empleados y a los animales. Las prácticas de seguridad y fiabilidad en las explotaciones ayudan a garantizar la salud de todos.
Visita el canal de YouTube de Euronit para ver algunos de los ensayos calor-lluvia o de resistencia mecánica y al impacto que realizamos acorde a la norma UNE-494.